miércoles, 29 de enero de 2020

En los días feliz, en las noches triste


He buscado en internet varias veces por qué me siento más triste, más aún ahora después de una ruptura, y lo que he encontrado es como afecta la luz solar al estado anímico, como en las noches nuestro cerebro está menos entretenido y se centra en todo lo que vivió en el día o empezamos a acordarnos de todas las cosas que nos han pasado y obvio, en esta etapa, me acuerdo de toda la felicidad, tristeza, risas, cariño, amor y pasión de mi anterior relación.

Hace unos días pase una de las mejores mañanas. Me desperté y empecé a planear el día y a pensar en que me gustaba mucho mi cama, mi cuarto y mi pelo. De repente me di cuenta que es el primer día después de mi ruptura en el que despierto y no lo extraño a mi lado (vivíamos juntos). Me emocione mucho, era la primera esperanza que tenía real, desde adentro, de que todo iba a pasar, que podría volver a ser yo plenamente y repotenciada hehehe. Porque he hecho todo lo mejor para pasar esta etapa, sentir todo, mejorar como persona, comprender la situación, pero siempre había en mi esa tristeza de un amor perdido. Ese momento, fue de felicidad plena, siempre soy feliz, pero felicidad porque estaba superando etapas. Pero no se puede cantar gloría tan pronto. En la noche soñé con él y soñé algo que de verdad no me esperaba. Soñé que era su amiga y que me hablaba sobre el cariño y ternura que le generaba un nuevo amor. Me desperté y lloré. Lloré demasiado. Sentí volver a perderlo, sentí la realización en mi cabeza de que lo nuestro ya había pasado y el seguía. Ahora me toca sentir eso y empezar a seguir yo también. Pero la verdad no quiero conocer a nadie y creo que no sería sano. Cuando hablo de seguir es continuar fortaleciéndome a mí misma, queriéndome cada día más, sintiéndome que doy lo máximo de mí y que al día siguiente intentaré dar más.

Soy una mujer fuerte, pero hay pensamientos que se cruzan por la cabeza y toda enfrentar. Después de la ruptura no me sentía suficiente. No me sentía suficiente para nadie, ni siquiera para mí. La soledad me empezó a abrumar. Fueron pensamientos que tenía que analizar y enfrentar. Aprender de esos demonios, vivir con ellos y ponerlos de mi lado. No puedo evitar llorar cuando escribo sobre todo eso. Pero quiero creer que cada lagrima me ayuda a construir a alguien más fuerte, soy fuerte porque lloró sin miedo, porque entiendo que llorar es de humanos y sólo me ayuda a no guardar nada. Que por ahora estoy llorando de tristeza, pero ya empezarán a aparecer nuevamente las lágrimas de felicidad. Y ese día lloraré más. Por ahora lloro de noche, quiero llorar de día. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Lo lamento, hoy no fue uno de mis mejores días

A veces no tengo buenos días o por lo menos los defino como no buenos días. Por eso estoy haciendo un balance esperando darme cuenta al fin ...