jueves, 28 de enero de 2021

Lo lamento, hoy no fue uno de mis mejores días

A veces no tengo buenos días o por lo menos los defino como no buenos días. Por eso estoy haciendo un balance esperando darme cuenta al fin el resultado y encontrar una luz de esperanza para no sentarme a llorar. Hoy me bloquearon la tarjeta de debido, me trataron de robar el celular, me cancelaron la clase de pole dance que tanto estaba esperando, dañe mis audífonos inalámbricos lavándolos con la ropa sucia, la persona con la que estoy saliendo está perdiendo interés porque no hemos podido hacer realidad varios viajes y creo que esta de mal humor y mi mejor amiga me ignora porque no quiero dejar a su novio 15 días viviendo con nosotras.

Viéndolo así no fue tan mal día. Pensarán que el resultado del balance no debería ser así, pero sí. Ya explicaré por qué a partir de una lista de peros:

  •  La tarjeta la bloquearon, pero mi salgo estaba perfecto
  •  Me trataron de robar el celular, pero no sostuve en mi mano y no deje que eso pasara
  • Me cancelaron la clase de pole dance que tanto esperaba y me queje, pero en compensación me van a dar una gratis
  • No puedo viajar con la persona que estoy saliendo, pero si no entiende que mi trabajo comunitario es importante en mi vida, pues ya de una vez vamos echándole tierra a eso
  • Mi mejor amiga me ignora porque no quiero que su novio se quede en el apartamento que yo pago, pero no me sentiría cómoda tres personas y dos perras en un espacio de 58 metros cuadrados.

Con los audífonos no hay pero, si me entristece haberlos dañado, pero así es la vida y es sólo una cosa. Pasaron cosas malas, PERO es un balance positivo porque coloque limites, me defendí y exprese lo que pensaba. Esto es un avance muy grande en mi vida. Por fin estoy conectando con mis sentimientos y siento que estoy encontrando lentamente lo que quiero.   

martes, 5 de enero de 2021

Se acabó el 2020 - carta de amor y despedida

 Como siempre me doy cuenta de las cosas un poco más tarde que el resto, a muy 5 de enero comprendo que ya el 2020 se fue. Para muchos fue un tiempo difícil, por las dificultades económicas y el encierro. Así que advierto, lo que a continuación voy a decir lo hago desde mis privilegios. Esto no quiere decir que me exima de decir cualquier burrada indolente a mi entorno, si no que quiero aclarar que se muy bien la situación que pasaron muchos y mi experiencia, soy consciente, es la excepción.

Ame el 2020, pensé que el mundo no podría parar y paró. Algo inimaginable sucedió y fue que una ciudad tan grande paró y paró mal por un tiempo. Las casas y apartamentos, quienes tuvieron esa tranquilidad que es una fortuna en este país, se volvieron el habitad constante de muchos. Siempre dije que quería disfrutar el apartamento que me cuesta tanto pagar y eso que es arriendo. Siempre quise disfrutar cada rincón y lo hice. Disfrute tanto el anterior como el actual. Disfrute los silencios, los vacíos, el desorden y el arreglo. Disfrute la soledad y la compañía silenciosa con mi mejor amiga. Disfrute las borracheras y las fiestas individuales. En algunos años, si tengo a quien contarle, le contaré que la pase rico. El mundo, mi mundo, paró.

No fui de los que se reinventó. Hice ejercicio, pinte, cocine, pero nada de otro mundo. Nada que no hiciera antes. Al parecer lo único que hice, fue hacer las cosas que a veces por tiempo no hacía. Disfrute los muebles que con el pasar de los años fui acumulando y disfrute poner en practica algunas de las cosas que tanto veía en internet. Lo más lindo fue mi perra, eso fue lo mejor que llego a mi vida. Un amor tan incondicional que se merece un post diferente.

Se fue el 2020 con tantos recuerdos de la cotidianidad que me cuesta recordarlos pero sé que están ahí, en cada pequeña actividad realizada en mi hogar. Se va un año con pocas cosas memorables individualmente, pero con algo que marcará la historia de generaciones. Mi 2020 lo recordar con mucho cariño porque me dejó probar todas las rutinas que nunca había podido tener y que ahora ya de pronto no quiero tener. Alguna que otra. Será extraño volver a correr de un lado al otro con trabajo, si es que consigo. Aprendí a tocar ukelele y publiqué videos, escribí otro poco y fui juiciosa con mi terapia. Compre maquina de coser e hice grandes amigos y recuerdos.

Te extrañaré 2020 pero sé que te tengo que dejar ir. No puedes ser mi cotidiano y mucho menos el cotidiano del mundo, muchos sufrirían. Te recordaré en los días en que más tenga que correr y en los que menos procuraré remembrar alguna que otra rutina. Esta es una carta de amor y despedida a un año que me dejó crecer, a un año en el que el mundo paró y yo crecí en la tranquilidad que siempre había buscado y nunca logré tener. Ahora me toca volver a otros ritmos, pero tu semilla seguirá en mi 2020 y tal vez algún día me aburra y decida parar e irme a un pequeño pueblo a escribir y volver a ti.

domingo, 18 de octubre de 2020

Una revelación más

 A veces me pican los dedos por escribir. Poca son las veces en las que quiero sentarme a escribir. Quiero hacerlo. Quiero escribir el día de hoy. Puede ser de todo o de nada. A veces tengo muchas historias en la cabeza y quiero escribir sobre estas. Quiero escribir sobre amor, sobre encontrar a otra persona. Algo tengo claro en mi vida y tengo que aceptarlo. Hace poco acepte que estaba totalmente perdida. Sigo perdida. Pero ya tengo algunas claridades. Una de ellas es que no valoro lo que tengo, que perdí mi conexión con algo más allá de esta realidad que vivo y, además, que siempre en i cabeza ha rondado la idea que algún día conoceré el amor, tendremos una linda historia para contar, lloraré, me iré y él me seguirá y después tendremos nuestro final feliz. Pero la vida no funciona así. Es una obviedad que todos sabemos, pero al parecer tenemos que recordarla todo el tiempo.

He querido que alguien me salvé de este aburrimiento. Pero eso no va a suceder, si sucede, maravilloso, pero es más alta la probabilidad que no. Aceptando eso, tengo que ver que voy ha hacer con mi historia. Tengo que pensar como la quiero escribir y tomar decisiones consientes. Tomé una que siempre quise, pero siempre tuve dudas. Ahora tengo una compañera peluda de vida. Es la mejor perra del mundo. Puedo escribir y hablar de ella durante todo el día. A veces no hace caso y le gusta oler mucho y caminar despacio. A veces me quejo de eso, pero es igual a mí. Me gusta caminar despacio y perderme en los detalles. Tengo que agradecerle por recordármelo. Le gusta el aire libre y jugar con más perros. Le gustar estar activa a ratos y perecear en otros. Creo que encontré a mi alma gemela. Amo a mí perra, sólo pensar que algo le pase automáticamente quiero llorar. No quiero que nada, NUNCA, nada malo le pase y le he prometido que siempre la cuidaré. Así que siempre quise un perro y tengo a la mejor perra del mundo. Ahora tengo que ver que más quiero.

Espero alguna vez escribir con más claridades en el futuro.

sábado, 11 de abril de 2020

Dos revelaciones hasta ahora


Empecé a escribir hace mucho tiempo, pero nunca lo hago de manera dedicada. Siempre me distraigo o prefiero hacer algo más. El hecho es que soy una procrastinadora de lo mejor, pues no sólo dejo para lo más tarde posible lo que tengo que hacer, sino, dejo para más tarde muchas cosas de mi vida. El tema es que ahora siento que de verdad me estoy quedando tarde, no comparada a alguien, o puede que sí, pero tarde en la medida que no tengo muchas cosas claras en la vida de lo que quiero o tal vez la fortaleza para aceptarlo abiertamente.

Después de la ruptura más importante que hasta ahora he vivido, me he quedado perdida en un mar que desconozco. Empecé a recorrer un camino que se supone que debo recorrer. Se supone que se acaba la historia y empiezas una nueva donde pasas por las etapas de duelo y así superas y sigues con tu vida y conoces a alguien más o te arrepientes la vida eterna de dejar a alguien y ya. Eso pasa. Eso estaba en mi cabeza y por eso empecé a recorrer el camino del duelo, pero me enfrenté a algo que no sabía. Que estoy rotundamente perdida en la vida. Esa es la aceptación de la que debo partir, sí, me dejaron, ya, todo bien dijo el Pibe. Pero la realidad es que estoy totalmente perdida, no sé a donde va mi vida. Siento que siempre he sido el extra en la película en mi vida. Todo lo que me ha pasado siento que nunca ha sido decisión mía.

No quiero que se confundan. No he tenido una mala vida, en realidad he tenido una buena vida. Soy profesional con master, vivo sola, me pagan relativamente bien por el trabajo que hago, tengo ahorros, un carro, estudie en la mejor universidad del país, siempre he tenido trabajo o por lo menos la promesa de tenerlo y no quedar desempleada más de un mes. De verdad, he tenido muy buena vida, pero nunca he sido la protagonista. Soy como la extra a la que todo le pasa relativamente bien para que pueda seguir existiendo en la historia y no opaque el camino del héroe por el que transita el protagonista.

Si me preguntan que me gusta, no sé, si quiero casarme, no sé, si quiero estudiar algo más, no sé, si quiero seguir trabajando en lo que hago, no sé, si quisiera cambiar de trabajo por cuál, no sé. Maldita sea, estoy llena de no sé y tengo una carrera, profesional, casa y carro y todo esto sucedió en piloto automático. Un día salí del colegio cerré los ojos y ahora que los abro tengo 30 años y estoy rotundamente perdida en la vida.

Ahora que sé eso, por lo menos ya tengo de donde empezar. Como me dijo mi terapeuta, se me acabo la escalera y ahora con todo lo que recogí en el camino tengo pensar que hacer. Ahora comienza lo más difícil. Y tengo miedo de nunca lograrlo porque estoy tan acostumbrada a procrastinar y que la vida me pasé así sin mucho esfuerzo que ahora ya me toca esforzarme y no sé como hacerlo. Otra vez el no sé, pero aquí la segunda revelación: ya no puedo seguir posponiendo. Tengo que saber.

miércoles, 29 de enero de 2020

En los días feliz, en las noches triste


He buscado en internet varias veces por qué me siento más triste, más aún ahora después de una ruptura, y lo que he encontrado es como afecta la luz solar al estado anímico, como en las noches nuestro cerebro está menos entretenido y se centra en todo lo que vivió en el día o empezamos a acordarnos de todas las cosas que nos han pasado y obvio, en esta etapa, me acuerdo de toda la felicidad, tristeza, risas, cariño, amor y pasión de mi anterior relación.

Hace unos días pase una de las mejores mañanas. Me desperté y empecé a planear el día y a pensar en que me gustaba mucho mi cama, mi cuarto y mi pelo. De repente me di cuenta que es el primer día después de mi ruptura en el que despierto y no lo extraño a mi lado (vivíamos juntos). Me emocione mucho, era la primera esperanza que tenía real, desde adentro, de que todo iba a pasar, que podría volver a ser yo plenamente y repotenciada hehehe. Porque he hecho todo lo mejor para pasar esta etapa, sentir todo, mejorar como persona, comprender la situación, pero siempre había en mi esa tristeza de un amor perdido. Ese momento, fue de felicidad plena, siempre soy feliz, pero felicidad porque estaba superando etapas. Pero no se puede cantar gloría tan pronto. En la noche soñé con él y soñé algo que de verdad no me esperaba. Soñé que era su amiga y que me hablaba sobre el cariño y ternura que le generaba un nuevo amor. Me desperté y lloré. Lloré demasiado. Sentí volver a perderlo, sentí la realización en mi cabeza de que lo nuestro ya había pasado y el seguía. Ahora me toca sentir eso y empezar a seguir yo también. Pero la verdad no quiero conocer a nadie y creo que no sería sano. Cuando hablo de seguir es continuar fortaleciéndome a mí misma, queriéndome cada día más, sintiéndome que doy lo máximo de mí y que al día siguiente intentaré dar más.

Soy una mujer fuerte, pero hay pensamientos que se cruzan por la cabeza y toda enfrentar. Después de la ruptura no me sentía suficiente. No me sentía suficiente para nadie, ni siquiera para mí. La soledad me empezó a abrumar. Fueron pensamientos que tenía que analizar y enfrentar. Aprender de esos demonios, vivir con ellos y ponerlos de mi lado. No puedo evitar llorar cuando escribo sobre todo eso. Pero quiero creer que cada lagrima me ayuda a construir a alguien más fuerte, soy fuerte porque lloró sin miedo, porque entiendo que llorar es de humanos y sólo me ayuda a no guardar nada. Que por ahora estoy llorando de tristeza, pero ya empezarán a aparecer nuevamente las lágrimas de felicidad. Y ese día lloraré más. Por ahora lloro de noche, quiero llorar de día. 

miércoles, 8 de enero de 2020

Me dejaron

Tengo que contárselo a alguien...

Mi novio, con el que vivía, me dejo hace un mes simplemente porque "le huye a las cosas estables en su vida". Bueno eso es lo último que me dijo detrás de un te amo y te amaré, pero quiero inicia desde cero en otro país, en el que ya esta viviendo, y la joya que también me dijo fue "no creo en la monogamia y sólo lo hice contigo porque me forzaste o sino te perdía". Vaya, lo siento (sarcasmo). El hecho es que me dejo y yo lo amo. Ahora me tengo que desenamorar, pagar un arriendo carisimo yo sola porque fue a nombre mio que esta el apartamento, comprar un Play Station 4 de nuevo porque se llevó el que teníamos, aunque me dejo el televisor y otros muebles más en contrapartida, y una extensión, porque esa también se la llevó. Ahora estoy aquí con ganas de escribir, porque estoy sola un 8 de febrero de 2020 en mi trabajo y no quiero irme a mi apartamento porque me cortaron la luz por "exceso de pago". Al caído caerle.

Aunque las cosas no están tan mal. Me terminó, pero yo ya contaba con que a los dos días iniciaba un trabajo nuevo, así que tengo mucho en que enfocarme, pero mi naturaleza distraída no me deja. Tengo un trabajo nuevo, muchas responsabilidades, un viaje de trabajo de 15 días por venir y un apartamento a oscuras al que ir, y mi cabeza no deja de pensar en la relación pasada. Todos me dicen que es porque es muy reciente, un mes no es reciente o ¿sí?. Soy contratista, esto en mi país quiere decir que soy un empleado de segunda que trabaja por contratos con tiempos fijos sin ningún tipo de garantía. Al ser contratista tu sabes cuando finaliza tu contrato, pero no sabes cuando llegará el próximo, vivimos en un estado permanente de "buscando nuevas oportunidades". A la mierda. Con eso, para mi un mes es mucho, demasiado. Un mes me han durado contratos y con eso planeo mi vida. En resumidas, yo nunca planeo mi vida más allá de seis u ocho meses hacia delante. Por eso cuando me dicen que un mes es poco, para mi fue como hace un año. Pero si es poco, porque si no ya no tendría el corazón roto. Y maldita sea lo tengo muy roto. Camino y lloró, me levantó y me dan ganas de llorar, me abraza mi mamá y lloró, nunca había llorado tanto. Esto es ridículo. Lo peor es que a mi no me gusta llorar en público, entonces ando como una loca esperando estar sola para llorar como si no hubiera mañana. Y es que en verdad me preocupa sentir que estoy enloqueciendo. De verdad trato de entender mi tristeza, abrazarla, tenerle paciencia, pero no me jodas, un mes de paciencia, eso ya es mucho. Ya que tristeza tan mañosa y pegajosa. BÚSCATE UNA VIDA TRISTEZA.

Pasar por un desamor me ha enseñado muchas cosas, una de ellas es que no tengo tanta paciencia y sí que se requiere paciencia. Lo peor es que el consuelo que me dan es como "tranquila, eso en unos seis meses ya ni te acordarás" ¿SEIS MESES? ya habrá pasado la mitad del año y tendré 31 y yo dure todo ese tiempo tratando de sentirme mejor. Y es que de verdad lo he intentado. A continuación mi listado:


  • Me corte y cambie de color el pelo
  • Me emborrache sola... DOS VECES y lloré cantando con sonido de fondo de los Ángeles Azules
  • Me fui de paseo
  • Estuve con mi familia rodeándome de amor
  • Estuve con mis amigos rodeándome de amistad y licor
  • Me bese con una amiga borracha en su cama y ella me hizo café al otro día y no se habló del tema
  • Empecé dedicada a un nuevo trabajo
  • Me inscribí en clases de CrossFit
  • Me he visto películas: Simplemente no te quiere, Come Reza Ama, etc etc
  • Voy a terapia 
  • He llorado hasta que me duermo y acepté mi tristeza 
He hecho varias cosas y nada. NADA. Y viene el segundo aprendizaje del desamor de mí para mí, no volver a dejar en la vida que mi vida se me reduzca a una persona o una situación. Y es que me ha pasado que siento que se me reduce la vida y yo tengo bastante vida para dejar que eso pase. Por eso necesitaba decírselo a alguien para por lo menos decirlo y esperar que como lo repita se me vaya quedando: MI VIDA NO SE REDUCE A QUE ME DEJARON, eso sólo pasó y ya.  

Lo lamento, hoy no fue uno de mis mejores días

A veces no tengo buenos días o por lo menos los defino como no buenos días. Por eso estoy haciendo un balance esperando darme cuenta al fin ...